Ven A Nuestras Almas
Ven a nuestras almas,
Paracleto Santo;
Traenos desde el cielo
De tu luz un rayo.
iFuente de consuelo,
Dulce y soberano
Huesped de las almas,
Celestial regalo!
La divina llama
Prende en el cristiano,
Y su pecho llena
Del amor sagrado.
Con tus aguas puras
Limpia lo manchado;
Riega lo que es seco;
Haz lo enfermo sano.
A tus fieles todos
Solo en Ti confiados,
Dales paz que abunde
Y el reposo ansiado.
Dales de tu gracia
El favor preclaro,
La salud eterna,
Gozo continuado.